Es sabido que el arte en nuestro país no es algo que se considere necesario. Mucha gente llega a creer que es incluso inútil, no digamos ya el considerarlo como un trabajo de verdad o algo rentable de lo que se pueda vivir. Vamos a ver un caso en particular que nos muestre que tan difícil es vivir del arte en nuestro país.
Rafaela Rada Herrera es una artista paceña de cómic, ilustradora y diseñadora gráfica. Es actualmente la única editora de cómic nacional con más de 69 publicaciones de cómics en circulación. También trabaja como ilustradora haciendo comisiones particulares y tiene más de 15 años de experiencia en el área de comic nacional.
Inicios de su carrera en el dibujo
Rafaela inició su vida artística de manera tardía, pues empezó a los 23 años y recién a los 29 ingresa a la Academia Nacional de Bellas Artes (ANBA), donde obtiene la mención de grabado en 2014. Obtuvo su título en Diseño Gráfico el 2019. A ella siempre le gustó el dibujo, pero sus padres no lo consideraron como una carrera profesional.
Vivir de dibujante
Gracias a mucho esfuerzo y ahínco, Rafaela logró vivir de su trabajo como dibujante aun cuando todo el mundo le decía que no lo lograría. El que le dijeran que lo dejara solo le dio más determinación y lleva viviendo de su trabajo desde 2007. Ha trabajado en comisiones particulares para ONG’s, empresas estatales, proyectos independientes y su propia editorial de comics, Axicdo Editores.
Entre sus trabajos más destacados se encuentra: “En la Guerra del Chaco”, una historia sobre los eventos ocurridos en el cerco de Boquerón. Esta historia llegó a contar con 3 ediciones consecutivas y ya es considerada un clásico de la literatura boliviana. “Dictadura” un cómic ambientado en el periodo del golpe de estado de Luis García Mesa. “Mi dulce lolita” en la que cuenta las peripecias de una chica en su etapa escolar y “La estrella y el zorro”, historia que narra el romance entre el zorro “Atoj” y Wara, una pastora de llamas demasiado inteligente como para quedarse en el campo toda la vida”
Acumula más de 24 gigabytes en comisiones desde el 2014.
¿Qué tan duro es vivir como artista en Bolivia y por qué?
Rafaela nos cuenta que es duro ser y vivir como artista en nuestro país principalmente porque muchísima gente considera la ilustración y el cómic como un pasatiempo. A eso debe sumarse el hecho de que ninguna universidad, instituto o academia tiene la carrera de ilustración o animación. Lo más cercano que existe en Bolivia son la ANBA y la carrera de Artes. “Muchos artistas que se dedican a la ilustración venden su trabajo a través de redes y a mercados extranjeros (principalmente a la comunidad de habla inglesa) porque ni en Bolivia ni en Latinoamérica en general su trabajo es algo muy apreciado o algo por lo que la gente quiera pagar.
Panorama para artistas durante y después de la pandemia
“La pandemia golpeó muy duro al arte en general. Nuestras autoridades nunca han apoyado mucho a este sector y ha sido usado casi siempre como algo para promocionarse a ellos mismos en lugar de verse como un baluarte de la nación”.
Esta afirmación solo se refuerza si recordamos que, durante la pandemia, el gobierno de Jeanine Añez cerró en junio el Ministerio de Cultura y Deportes en un desesperado intento de ahorrar dinero para paliar la crisis sanitaria. Pero incluso desde antes el arte era algo que no se tomaba mucho en cuenta. Prueba de esto es que el dinero de los premios nacionales de Cultura 2019, aún no se han pagado a los ganadores.
Aunque muchos hayan aprovechado el tiempo de pandemia para trabajar en más proyectos, no tienen dónde venderlos o promocionarlos. Algunas alcaldías lanzaron convocatorias para poder difundir y promocionar los trabajos de los artistas, pero hasta ahora no hemos escuchado noticias de este proyecto ni hemos visto tal difusión.
“¿Se puede vivir de dibujar cómics? (…) Sí, se puede. Es difícil, es sacrificado, pero se puede (…) Yo vivo de dibujar y vivo bastante bien.”
Puedes revisar el trabajo de Rafaela aquí: https://www.facebook.com/Axcido/
Valeria Muñoz